Consejos para manejar distintos

Conflictos en un equipo de trabajo

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En un mundo ideal, tu equipo trabajaría de forma armoniosa. Festejarían las victorias de los demás, apoyarían el crecimiento de cada uno y disfrutarían pasar tiempo juntos (ya sea en persona o de forma virtual) fuera del horario de trabajo. 

Eso sería en un mundo ideal, pero esta es la realidad: casi todos los equipos tienen diferencias, y el 85 % de los empleados de todos los niveles informa que tiene que lidiar con conflictos de alguna índole. 

Es una pena derrumbar tu fantasía sobre el ambiente laboral, pero por suerte, no todo son malas noticias. Los conflictos en el trabajo son inevitables, pero también pueden ser algo positivo. “Los conflictos generan cambios”, escribió Christine Carter en un artículo para el Greater Good Science Center de la Universidad de California, Berkeley. “Los conflictos son absolutamente necesarios para el crecimiento intelectual, emocional e, incluso, moral”. 

Aquí es cuando tú, el líder del equipo, entras en acción. Para cosechar los beneficios de los conflictos, necesitas saber cómo enfrentarlos de manera efectiva. Lamentablemente, el 54 % de los empleados cree que sus gerentes podrían manejar mejor las disputas laborales. 

¿No sabes cómo enfrentar situaciones difíciles de manera productiva y positiva? Echa un vistazo a estos consejos para trabajar en equipo y manejar los conflictos en el trabajo.

Conflicto en el trabajo #1: Dos integrantes del equipo tienen diferentes formas de trabajar

No tienes un equipo homogéneo y eso es genial. Pero, además, significa que debes hacer malabares con muchos enfoques laborales diferentes. De verdad, muchos. 

Existe un miembro del equipo que prefiere reflexionar las cosas silenciosamente antes de tomar una decisión. Hay otro que prefiere empezar inmediatamente e ir resolviendo las cuestiones a lo largo del camino. Está aquel que habla en todas las reuniones de equipo y aquel que prácticamente no habla. Están los desidiosos, los que obtienen más resultados de lo esperado y los del medio. 

Hacer que todas estas personas estén felices y asegurarnos de que trabajen juntas de manera eficiente, es una tarea abrumadora y poco divertida. Y este es el origen de muchos de los conflictos en el trabajo: las expectativas de las personas sobre cómo llevan a cabo sus trabajos no están alineadas.

Cómo lidiar con esto

  • Crea manuales de usuario personalizados. Crea una plantilla simple o un tablero de Trello para tu equipo, en el que todos puedan compartir detalles sobre su estilo trabajo preferido. Al registrar cómo desean recibir retroalimentación, las horas del día más productivas que asignan para realizar su trabajo más intenso, su perspectiva típica ante un gran proyecto y más, los miembros de tu equipo pueden comprender mejor al resto. Aumenta la eficiencia y la transparencia, y reduce el resentimiento y la tensión. 
  • Haz una evaluación de fortalezas o una prueba de personalidad. En un típico estudio de Gallup, se descubrió que el 40 % de los empleados se desmotivan si se ignoran sus habilidades clave. En contraste, solo el 1 % de los empleados que se sienten así si creen que sus gerentes aprovechan sus fortalezas. Está comprobado que los líderes necesitan conocer los pormenores de las habilidades e intereses de los miembros del equipo, y una prueba de personalidad es una manera útil de obtener esa información. No solo te ayudará a ti como líder, sino que también ayudará a los miembros de tu equipo a saber más y en profundidad sobre sus compañeros de trabajo y, como resultado, a colaborar mejor.

Conflicto en el trabajo #2: Un integrante del equipo es ascendido de puesto de trabajo

Los empleados están ansiosos por escalar posiciones. De hecho, el 64 % de los trabajadores aceptaría un puesto de mayor jerarquía incluso si no recibiera un aumento salarial. 

Tener un equipo compuesto de personas de excelencia que están deseosas de ascender no es, en sí mismo, algo malo. Sin embargo, puede generar celos y una constante sensación de competencia, y esa actitud no siempre es amistosa o sana.

Esto pasa, por ejemplo, cuando un miembro del equipo recibe un ascenso para un puesto que otros también ambicionan. A primera vista, es posible que veas correos electrónicos de felicitaciones y GIFS de celebración. Pero, ¿qué pasa internamente? Puede haber sentimientos de envidia y resentimiento, chismes y otras dinámicas tóxicas que debes poder enfrentar.

Cómo lidiar con esto

  • Comunica las noticias personalmente. Los demás empleados que estaban compitiendo por ese puesto no deberían enterarse por un correo electrónico masivo de que no fueron elegidos. Siéntate con ellos a solas y diles que no obtendrán el ascenso. Bríndales una retroalimentación constructiva sobre las razones por las cuales se decidió elegir a otra persona y qué sucederá después. No es una conversación fácil, pero es necesaria.
  • Ofrece otras oportunidades de crecimiento. Parte de lo que desmotiva tanto a los empleados por no conseguir un ascenso, es creer que perdieron una oportunidad única. Casi dos tercios de los entrevistados en una encuesta indicaron que “no hay posibilidades” como el motivo por el que no recibieron un ascenso el año anterior. Incluso si no puedes ofrecer un puesto nuevo y rimbombante, haz énfasis en otras oportunidades de crecimiento, ya sea liderar proyectos nuevos, ser parte de juntas y comités, o perfeccionar otras habilidades.
  • Observa las interacciones de tu equipo. Incluso si haces todo bien, esos sentimientos de celos aún pueden aflorar. Asegúrate de seguir de cerca la dinámica de tu equipo mientras el empleado ascendido hace la transición a su nuevo puesto. ¿Te parece que ciertos miembros del equipo lo están evitando o le quitan autoridad? ¿Los escuchas murmurar en las reuniones de equipo? Esas son cosas que deberás enfrentar directamente.

Conflicto en el trabajo #3: El proceso productivo de tu equipo no está funcionando correctamente

No todos los conflictos surgen de los choques de personalidad o de los problemas interpersonales. A veces, hay algo logístico que no funciona en el equipo.

Quizás, las personas están sobrepasadas por las cargas de trabajo excesivas. A lo mejor, encuentran una y otra vez los mismos cuellos de botella en los procesos. Es posible que no tengas un lugar centralizado para gestionar los proyectos y entonces la información importante se pierda.

Cuando los miembros del equipo se ven envueltos en este tipo de problemas, sienten la tentación de acusar a otros: “no cumplimos ese plazo porque alguien no compartió lo que necesitábamos”, “no alcanzaste el objetivo porque tal persona lo arruinó”.

Sin embargo, detrás de ese juego de culpabilidad, existe un problema real en el proceso, que, si se soluciona, podría realmente marcar la diferencia en la eficiencia del equipo y sus relaciones. 

Cómo lidiar con esto

  • Pide retroalimentación continuamente. Las reuniones de equipo no deben convertirse en eventos recurrentes de actualizaciones del estado de las cosas. Asigna tiempo en cada reunión para formular preguntas sobre puntos conflictivos. Esto te ayudará a que descubras las barreras y las frustraciones que puedes enfrentar antes de que se conviertan en un problema mayor.
  • Usa las herramientas adecuadas. El 51 % de los empleados dice que sus empleadores están “rezagados en cuestiones tecnológicas” y eso causa frustración en sus labores diarias. Además de pedirles retroalimentación sobre sus procesos reales, conoce las herramientas que los empleados están usando para realizar su trabajo. Es posible que tengan sugerencias sobre las plataformas que podrían ayudarlos a trabajar juntos de manera más efectiva y eficiente.
  • Implementa los “cinco porqués”. En caso de que haya un problema o conflicto, resiste a la tentación de querer solucionarlo rápidamente para hacer que todo funcione. Tómate el tiempo para comprender la raíz del problema a través de la técnica de los “cinco porqués” (que, básicamente, implica preguntar cinco veces seguidas “¿por qué?”). Eso te ayudará a enfrentar el problema real, en vez de simplemente tener una solución temporal. Aquí te damos un ejemplo: nuestro equipo olvidó la fecha objetivo de lanzamiento para el rediseño del blog. 
    • ¿Por qué? Silvia no terminó a tiempo los gráficos nuevos.
    • ¿Por qué? Estaba esperando las instrucciones de diseño.
    • ¿Por qué? El mensaje con las instrucciones de diseño se perdió en la bandeja de entrada de alguien.
    • ¿Por qué? Se envió el boceto de diseño a dos personas, en vez de enviarlo a todo el equipo.
    • ¿Por qué? No tenemos un lugar centralizado donde gestionar proyectos. 

Este ejercicio que, a simple vista, parece sencillo, les revela a ti y a tu equipo que la solución no es reprender a Silvia, sino optimizar los flujos de trabajo. 

Conflicto en el trabajo #4: Los integrantes del equipo simplemente no se llevan bien

Existe una lista, aparentemente interminable, de razones por las que podría haber conflictos en tu equipo: estilos de comunicación diferentes, opiniones opuestas sobre cómo resolver un problema y muchas más.

Pero, a veces, los conflictos en un equipo se resumen en el hecho de que existen distintas personalidades. Es normal que las personas tengan temperamentos diferentes. Un impresionante 100 % de las personas (sí, es una estadística real) admite que un compañero de trabajo le fastidia, y el 73 % de esas personas dice que de dos a cinco personas le fastidian de manera regular. 

Si bien la metáfora de “el trabajo es una familia” está generalizada, la realidad es que habrá personas en tu equipo que simplemente no elegirían pasar tiempo con las otras personas si no les pagaran por hacerlo. Incluso así, precisan encontrar la manera de dejar las diferencias de lado y trabajar en equipo de manera efectiva y ese es tu trabajo como líder: marcar el ritmo.

Cómo lidiar con esto

  • Habla sobre ello. Cuando quieres reducir los choques de personalidad, puede ser útil promover una conversación respetuosa y profesional entre los miembros del equipo que no congenian. Es importante enfatizar que no existe el concepto de correcto o incorrecto: simplemente necesitas descubrir cómo encontrar puntos de coincidencia. Tus empleados son adultos que, con suerte, podrán discutir algunas cuestiones sin que haya demasiada intervención, pero asegúrate de que los problemas no se agraven o que la situación no escale al punto de que se torne algo improductivo. 
  • Predica con el ejemplo. Es posible que hayas experimentado en carne propia alguna fricción con otras personas en el trabajo. Quizás hay otro líder de equipo con quien no coincides. Ahora es el momento de poner en práctica lo que predicas y manejar esas diferencias, en vez de quejarte a espaldas de esa persona. Tus empleados aprenderán más de tus acciones que de tus palabras. 
  • Conoce lo que no toleraras. Que haya personalidades incompatibles es una cosa, pero algo muy distinto es que haya un miembro del equipo que sea abiertamente tóxico o discriminador. Como líder, es importante que defiendas los valores del equipo y demuestres el tipo de conducta que es aceptable, incluso cuando debas tomar algunas decisiones difíciles. Dejar que ese comportamiento continúe y no haya consecuencias puede hacer que otros miembros del equipo sientan que no tienen respaldo o, peor, que se sientan atacados.

Consejos para el trabajo en equipo y cómo sacar provecho de los conflictos

¿Crees que puedes desterrar los conflictos de tu equipo? Piénsalo nuevamente. Las discusiones o los desacuerdos ocasionales son normales y ¡hasta saludables! 

No se trata de descubrir cómo eliminarlos. Sino que, como líder, es tu trabajo el comprender cómo afrontarlos de manera que generen aprendizaje y superación, y no hostilidad y disgustos. 

Es un proceso de aprendizaje y, seguramente, cometerás algunos errores. Pero sigue avanzando. Ese compromiso para que tu equipo navegue a salvo por aguas turbulentas, a final de cuentas refuerza el motivo por el que todos desean estar en el mismo barco.